Me llaman profe...No pude ser maestro.
Psicólogo y Licenciado en Lingüística
y literatura.
SIGNUM AULA ABIERTA
El lenguaje y la comunicación Perspectiva conceptual y orientación metodológica
(Documento preliminar para contextualizar pedagógicamente la parcelación de contenidos, metodologías, criterios y estrategias de evaluación)
“Superar los bajos logros en la producción textual de los
escolares nacionales, exige que académicos, maestros y
aprendices de lectores y escritores, acepten y asuman
en sus prácticas textuales, el siguiente principio: Leer y
escribir son actividades productivas, complejas, dinámicas,
multideterminadas, esencialmente mentales, funcionalmente
contextuales, técnicamente procesuales y por su naturaleza,
ejemplarmente creativas, significativas y simbólicas.” 1(J.A.M).
A continuación se presentan de una manera sintética las señales conceptuales y metodológicas que soportan los cursos curriculares a mi cargo. Se definirán grosso modo los cursos, se explicitarán los argumentos conceptuales que los sostienen y finalmente, se describirán los rasgos
metodológicos que los caracterizan.
DEFINICIÓN DEL CURSO
A pesar del evidente compromiso que las comunidades educativas nacionales han asumido en los últimos veinte años para mejorar el dominio de la lengua propia en los escolares colombianos, los resultados siguen siendo desalentadores. Pensar y comunicar (Leer, escribir, hablar, escuchar, gestualizar) continúan siendo prácticas no impactadas efectivamente por las instituciones escolares. Las dificultades comprensivas, los tropiezos argumentales, la fragilidad cohesiva y lógica, las inadecuaciones contextuales e inclusive los problemas formales de dichas prácticas, no muestran señales significativas de avance o recuperación. Aún pareciera persistir en los estudiantes nacionales como norma, la literalidad, la incomprensión intertextual, el entendimiento descontextualizado y acrítico, lo mismo que la escritura fragmentada, plana, agrietada en su composición expositiva, argumental o narrativa.
El lenguaje, es la facultad simbólica que tienen y activan los humanos para diferenciarse de los demás seres vivos. Es el eje y el nudo definitorio de la naturaleza humana y el motor mismo del pensamiento. Es la máquina suprema que instalada en el centro de la cognición del Hombre,
sirve a los humanos para SIGNI – FICAR, ello es, para procesar signos de cualquier naturaleza, verbales y no verbales. El lenguaje es por excelencia un dispositivo creador. La lengua (lengua castellana, lengua de señas…) es el código concreto – la materia prima – que requiere la máquina
simbólica para operar. Se construye y usa para satisfacer necesidades sociales. La comunicación, por su parte, es el acto pragmático de contactar y ser contactado por alguien. Ocurre indefectiblemente en un contexto constituido por una situación comunicativa, el espacio, el
tiempo, el propósito de la interacción y los interlocutores. Es de tal contexto así conformado, de donde proviene finalmente la significación, el sentido.
Por lo anterior, un curso universitario de LENGUAJE, LENGUA O COMUNICACIÓN tiene un encargo social principal: Habilitar a quienes lo tomen para ser ciudadanos mejor habilitados para pensar, Hombres, óptimamente dispuestos para crear; profesionales, ejemplarmente
formados para procesar informar verbal (oral y escrita); personas equipadas con excelencia para la comprensión y el aprendizaje críticos y a partir de todo ello, estar perfectamente alistados para crecer, desarrollarse y convivir.
En resumen, toda acción pedagógica y toda implementación didáctica que realizada en los cursos que tienen el lenguaje y la comunicación como fundamento, debe obligatoriamente estar orientada por la siguiente consigna:
Educar para pensar; pensar para crear; crear para
aprender y aprender para crecer y con-vivir.
Concretamente, son cinco los propósitos curriculares de todo proyecto académico universitario situado en la órbita del lenguaje:
1. Afinar los procesos, las operaciones, las habilidades y
los desempeños cognitivos de los participantes. Es decir,
hacer más ágil, agudo, certero y exitoso el ejercicio del
pensamiento.
2. Desarrollar las condiciones mentales y afectivas
básicas, para lograr productos profesionales creativos.
Tales condiciones son, en principio, la flexibilidad, la
fluidez, la originalidad y la versatilidad, propiedades
inherentes al lenguaje.
3. Optimizar los procesos comunicativos concretos
relacionados directamente con el desempeño profesional:
Hablar y escuchar con calidad, sintáctica, semántica y
pragmática. Leer y escribir con agudeza, novedad,
consistencia, coherencia e impacto.
4. Situar permanentemente al aprendiz en un escenario
significativamente UNIVERSAL, en el que asuma el
desafío de relacionar permanentemente los asuntos de
las cátedras con distintos eventos y esferas disciplinares
(filosóficos, políticos, culturales, histórico, religiosos…)
5. Conectar en todo momento sus actividades y objetivos
de aprendizaje con las características de su profesión.
Contextualizar profesionalmente los saberes es una
práctica fundamental del curso.
HORIZONTE CONCEPTUAL
No obstante su importancia e influencia determinantes en todas las esferas de la vida humana, las prácticas comunicativas (lectoras y oro escriturales) han sido generalmente concebidas, estimuladas y rehabilitadas en la academia, en la escuela y en la clínica, a partir de sus aristas más formales; es decir, desde sus ángulos más circunstanciales y externos. El resultado de tal comportamiento ha sido que ni la lectura, ni la escritura, ni la comunicación oralizada, son para
el humano contemporáneo, modalidades comunicativas ejecutadas de manera agradable, competente, consistente y racional.
Inclusive, en los puntos más elevados de la pirámide escolar (la
educación avanzada o de Postgrado) las huellas que dejaron los
métodos tradicionales de enseñanza de la lectura y de la
escritura, radicalmente desafectivos, morbosamente
descontextualizados, mecánicos y vacíos de sentido, son
claramente reconocibles. La dificultad para hilvanar ideas con el
fin de tejer un argumento convincente; el tedio y la extremada
tensión que en ocasiones produce la lectura de un texto
académico especializado, son sólo dos ejemplos de ello.
Por otro lado, La comprensión es la categoría suprema que articula toda acción inteligente. Es el escenario en el que discurre la vida y la academia; es lugar natural del aprendizaje y la enseñanza; es el terreno propio del lenguaje y la comunicación. Así que en el pensamiento, en el lenguaje, en
la enseñanza, en el aprendizaje y en la comunicación humana de cualquier orden, se considera
( como se aprecia en la gráfica # 1) que existen tres niveles de desempeño: BAJO o de comprensión inmediata literal- textual en el que el asunto principal es el significante, parte superficial, formal y externa del signo; MEDIO, o de comprensión intertextual, relacionalinferencial,
en donde el nudo de la actividad es el significado o sustrato intelectual, profundo y mental del signo, y ALTO o superior, comprensión crítico-contextual o inferencial, en donde la esencia funcional es el sentido, ello es el significado social que proviene de la acción comunicativa. Este nivel incluye la denominada comprensión apreciativa y creadora o creativa.
Los cursos de ESPAÑOL, EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA, FUNDAMENTOS DE LA COMUNICACIÓN, recorren las tres instancias de la pirámide expuesta. Consideran, no obstante, que es el nivel del SENTIDO, de la
comprensión y producción contextualizada, productiva, creativa, superior
e intersubjetiva el objetivo de todo ejercicio de aprendizaje y de toda
tentativa de enseñanza.
PREMISAS BÁSICAS.
Los mínimos conceptuales sobre los cuales se construyen y desarrollan
los cursos encomendado, son:
1. ORALIDAD, LECTURA Y ESCRITURA SON ACTIVIDADES HUMANAS
ESENCIALMENTE INTELECTUALES.
Dejando momentáneamente de lado la idea de que el entusiasmo, el hábito y el placer, son los motores iniciales del acto comprensivo, se estima que la lectura y la escritura obedecen en primera instancia, a la preexistencia y movilización de un sustrato intelectual constituido por unos procesos, unas operaciones y unas habilidades enfáticamente psicosemánticas, cuya evaluación y
desarrollo, no sólo es posible, sino urgente. Así, tanto en la enseñanza, como en la evaluación de las prácticas comunicativas, la presencia e incidencia de dichos procesos debe contemplarse de
manera principal.
2. HABLAR, LEER Y ESCRIBIR son FUNCIONALMENTE ACCIONES
COMUNICATIVAS.
Comprender y producir textos son funcionalmente acciones comunicativas, por lo tanto, exigen ser
contempladas, explicadas, desarrolladas y evaluadas desde una perspectiva intersubjetiva y pragmáticamente situada: Se habla y escribe para otro, en un espacio, en un escenario, con un motivo, con cierta fuerza y textura calculadas desde el otro. Así mismo, el lector devela los significados y las intenciones, los espacios y los tiempos, los tonos y sus trampas, que el otro ha puesto en circulación en cualquier sistema simbólico convencional.