LECCIÓN BREVE #4 PORQUE ENSEÑAR, SOLAMENTE ES EN- SEÑAR,
PORQUE ENSEÑAR, SOLAMENTE ES EN- SEÑAR,
es decir, dar señas, proporcionar indicios, sugerir caminos, proponer conflictos, esbozar razones.
Con el desarrollo impetuoso de las explicaciones comportamentales del hombre y de la vida que irrumpieron con decisión en la ciencia social en el segundo cuarto del siglo veinte, la escuela y las disciplinas que la mantienen, nos vendieron la idea de que no solo enseñar y aprender, sino también el hombre, su esencia y existencia son asuntos concretos absolutamente objetivos, necesariamente inmóviles, predecibles y controlables. Enseñar, por ejemplo, se asumió como una actividad simple, fuertemente regulada cuyo propósito principal debería ser, instalar - de la manera más económica - en los candidatos a aprendices grandes volúmenes de información teórica. Así, el mejor enseñante era quien colocará en las mentes limpias de sus usuarios la mayor cantidad de datos frívolos, por lo general escasos de vida y de sentido, aquellos que EXPLICABAN bien, ello es, los más habilitados para contar en el aula su versión. Estos recibían el aplauso de sus aprendices al tiempo que gozaban del aprecio y admiración de sus pares. Desde esta perspectiva, el aprendiz más exitoso era quien diera cuenta fiel de los datos objeto de enseñanza. Para serlo bastaba con entrenar los[if gte vml 1]><o:wrapblock><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600" o:spt="75" o:preferrelative="t" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" filled="f" stroked="f"> <v:stroke joinstyle="miter"></v:stroke> <v:formulas> <v:f eqn="if lineDrawn pixelLineWidth 0"></v:f> <v:f eqn="sum @0 1 0"></v:f> <v:f eqn="sum 0 0 @1"></v:f> <v:f eqn="prod @2 1 2"></v:f> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelWidth"></v:f> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelHeight"></v:f> <v:f eqn="sum @0 0 1"></v:f> <v:f eqn="prod @6 1 2"></v:f> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelWidth"></v:f> <v:f eqn="sum @8 21600 0"></v:f> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelHeight"></v:f> <v:f eqn="sum @10 21600 0"></v:f> </v:formulas> <v:path o:extrusionok="f" gradientshapeok="t" o:connecttype="rect"></v:path> <o:lock v:ext="edit" aspectratio="t"></o:lock> </v:shapetype><v:shape id="officeArt_x0020_object" o:spid="_x0000_s1026" type="#_x0000_t75" style='position:absolute;left:0;text-align:left; margin-left:43pt;margin-top:33.6pt;width:394.85pt;height:298.55pt;z-index:251659264; visibility:visible;mso-wrap-style:square;mso-wrap-distance-left:12pt; mso-wrap-distance-top:12pt;mso-wrap-distance-right:12pt; mso-wrap-distance-bottom:12pt;mso-position-horizontal:absolute; mso-position-horizontal-relative:margin;mso-position-vertical:absolute; mso-position-vertical-relative:line' strokeweight="1pt"> <v:stroke miterlimit="4"></v:stroke> <v:imagedata src="file:///C:/Users/julie/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image001.jpg" o:title=""></v:imagedata> <w:wrap type="topAndBottom" anchorx="margin" anchory="line"></w:wrap> </v:shape><![endif][if !vml]
[endif][if gte vml 1]></o:wrapblock><![endif] procesos más básicos y sensoriales del aprendizaje: la atención, la memoria, la percepción, la motricidad.
Para fortuna de la inteligencia y sobre todo para regocijo de la felicidad, teorías psicológicas más "humanas", de fuerte tenor racionalista nos convencieron a mediados del siglo anterior de que el ser humano es por principio creatividad, sorpresa, dinamismo, argumento y pensamiento. Desde entonces tuvimos que creerle más a Piaget, a Chomsky a Bruner que a Watson a Tolman y Skinner. Entendimos bien que enseñar solamente es en- señar, es decir, dar señas, proporcionar indicios, sugerir caminos, proponer conflictos, esbozar razones. Comprendimos los maestros la sentencia de Martí (" Y me hice maestro que es hacerme creador"). Aceptamos por la fuerza de sus argumentos que aprender es un acto sublime de producción novedosa consistente en recibir las señas, ojalá muy pocas, de libros, compañeros y maestros para observarlas, reconocerlas, completarlas, relacionarlas, anticiparlas
y transformarlas en un producto propio, en un acto genuino que nada tiene que ver con repeticiones obedientes e insípidas.
No hay duda, enseñar es dar señas. Enseñar bien es lograr que con el menor número de ellas, los aprendices realicen cabalmente su labor: construyan información y habilidades propias. Por tal circunstancia no se aprende lo que se enseña, se aprende a partir de lo enseñado. Una seña (del latín signa, plural de Signum) es " una nota, indicio o gesto para dar a entender algo o venir en conocimiento de ello" ( Drae); una seña es un retazo de saber, una parte de un gran todo, un gesto, un movimiento, una palabra, una imagen. La seña nos indica el camino. El camino hay que construirlo. Por ejemplo, con las 3 señas verbales proporcionadas en la imagen de abajo ( las frases que resumen el pensamiento pedagógico de Piaget, Freud y Platón), aprendamos cuál sería una idea básica de Skinner, Dewey, Makarenko, Montessori. Si se quiere lograr ese objetivo debe seguirse una ruta válida : sentir emoción por conocer, percibir las señas, identificarlas, relacionarlas, plantear una hipótesis, verificarla o sustituirla si es el caso, producir las frases solicitadas, transferir ese saber a nuevas situaciones...
Finalmente, con los desarrollos ciéntíficos de los últimos cuarenta años ligados a la comunicación al discurso y a la Pragmática, la actividad de enseñanza tuvo que ser resignificada. Los maestros redescubrimos a Vigotsky , encontramos que las fuentes de la vida están en la historia, se encuentran en el contexto, llegan de la cultura. Nos sentimos seducidos por la nueva circunstancia profesional en la que enseñar significa aportar señas en un escenario de interacciones múltiples, en un contexto fuertemente íntersubjetivo de aprendices y aprendizajes. " Nadie aprende solo", nos recordó Freire. " Solo no eres nadie, es preciso que otro te nombre", nos había insistido Brecht. Ahora tampoco nos quedó duda alguna, se aprende en un juego de constantes réplicas, reparaciones y confrontaciones inteligentes. Las señas se reciben y reconfiguran en colectivo. De la fuerza vigorosa del colectivo, de sus errores, de sus intuiciones, también de sus aciertos, provienen nuevas señas que nos van boceteando el camino que necesariamente debe construirse. Pedagogía crítica, pedagogía conversatoria, pedagogía del sentido (Giroux, Mc Laren, Freire), fueron algunos membretes con los que hoy nos reconocemos y nombramos el ejercicio profesional del maestro que da señas hábilmente y negocia los sentidos con inquebrantable espíritu creativo y democrático.